PREFACIO

Esta Obra tributa un sincero y merecido Homenaje a Francisco de Orellana, con motivo del V Centenario de su nacimiento en 1511, en la Ciudad de Trujillo (Cáceres).

Francisco de Orellana es un célebre descendiente de la nobleza trujillana, que participó en la epopeya americana: conquista, colonización y evangelización del Nuevo Mundo.

Soldado hábil y fogoso, estuvo al lado de los Pizarro, en la contienda civil entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro.

Hombre de carácter emprendedor, generoso y comprensivo, con un alto sentido del honor y respeto a las otras culturas, de las que estudió y aprendió sus lenguas. Lo que le hizo distinguirse, entre sus rudos pares, y sobresalir y alcanzar la gloria máxima, el reconocimiento y el respeto. Fue nombrado, por el propio Príncipe Felipe II: Adelantado, Gobernador y capitán General de “nueva Andalucía”, bautizadas así, las tierras que había descubierto.

Su infatigable afán de aventura y la búsqueda de nuevos horizontes, no le permitieron disfrutar de sus riquezas, de la paz y la prosperidad.

Rectitud y honradez, fueron virtudes reconocidas por sus propios hombres, cuando fue acusado de traición, y siempre predicó con el ejemplo.

Se dejó encantar por el embrujo de “El Dorado”, y en su lugar, encontró otro tesoro maravilloso: El Amazonas, el Rey de los ríos, y fue el primero que lo navegó en toda su extensión. Protagonizó, de igual manera, otros grandes eventos: fundó la Ciudad de Guayaquil y mandó fundar y poblar “Puerto Viejo” al Capitán Francisco Pacheco, en la costa ecuatoriana.

Las fiebres dieron cuenta de este explorador indomable, a orillas del río, al que había dado lo mejor de su vida. Su tumba fue una cruz más, al pie de un árbol, en el escenario más grandioso que pueda concebirse.

La Fuente fundamental de sus gestas, exploraciones y aventuras, fue escrita por Fray Gaspar de Carvajal, capellán que acompañó a Orellana en la exploración del Amazonas.

Hoy día, existe una provincia en Ecuador, que recibe el nombre de Orellana.

No podía quedarme al margen, en la Conmemoración del Año Orellana 2011, y contribuir con mi música a enaltecer a este gran genio e insigne trujillano, primo de Francisco Pizarro, que protagonizó uno de los episodios más brillantes de la historia española y del nuevo mundo, siendo su vida un ejemplo de heroísmo y honestidad, emergiendo por méritos propios, ante los ojos de La Humanidad.

Ningún trujillano, que así se precie, puede rehuir participar en este entrañable evento y eludir tan digna empresa. Así pues, es un gran honor para mí, acometer esta aventura, evocando las grandes gestas de nuestros hijosdalgos, que a través de los asentamientos berroqueños, los Palacios, Casas Nobiliarias, Calles y Plazas,  han ido forjando su espíritu y voluntad.

El Autor

 

“EPOPEYA”

 

 

narra y describe las sensaciones de la Principal y más importante Aventura de

Francisco de Orellana en la Epopeya Americana, acontecida en el Rio de las Amazonas

 

Se inicia el PRIMER  TEMA O MOTIVO con La Flauta, acompañada por el Órgano ambiental o de atmósfera, para describir las brumas que cubren el río y las orillas arenosas, de ramaje irregular.

El ambiente respira tranquilidad, paz, armonía y sosiego.

EL SEGUNDO TEMA, impregnado con el aroma de los instrumentos de Cuerda: Violines, Violas, Violonchelos y Contrabajos, muestra como el alba inicia una nueva jornada, dejando translucir un manto claro, apacible y sereno, que va levantando con lentitud metronómica, al tiempo que denota una inquietud contenida y expectante.

EL TERCER TEMA,  regado por el Oboe y acompañado por cuerdas, plasma los rayos del sol que comienzan su fulgir, a través de la débil bruma , que va disipándose, y van llenando de tenue luz la oquedad  que dejan las hojas de los árboles y el abundante gramaje de la vestimenta selvática, consiguiendo un bruñido especial, a través de las combativas y vetustas corazas, depositadas en la tierra porosa, que cubre las raíces de la selva tropical, regadas por las aguas tranquilas del remanso del Río, y que comienzan a exhibir una rica gama de colores, que alegran y dan ritmo a la vida de esos parajes.

EL CUARTO TEMA nos sumerge, casi en un ambiente medieval: Aparece un Solo de Trompas.

El Tañir de trompas, indica lo mismo que en la época mencionada, activar la aventura.

Todos esperan la ansiada expedición.

Los preparativos anuncian la ilusión de una nueva jornada.

Todo está preparado para palear y bogar, una vez más,  a lo largo del río.

EL QUINTO TEMA  es el Tema Central de la Aventura:  Voces que indican ilusión, y marcan el bogar en los botes y barcazas, acompañadas por la percusión, que le da un carácter brioso.

Una vez recogido el campamento y preparado todo lo necesario, se inicia la esperada travesía.

Comienza la Aventura, con renovadas ilusiones, acrecentándose, a medida del paso de las horas.

EN EL SEXTO TEMA, el Piano irrumpe con fuerza, acompañado por los instrumentos de cuerda, para indicar que las mentes de estos rudos cuerpos, a penas meditan en los peligros que les acechan, son fieles a su capitán, y sólo tienen un pensamiento: La Aventura, El Dorado, que les espera, y servirá para salir de su penuria y pobreza.

EN EL SÉPTIMO TEMA, Las Cuerdas, cargadas en los bajos, inundan todo el pasaje, para dar la Sensación de desasosiego, ante lo desconocido. Sentimientos de  Inseguridad, tristeza, pesadumbre y decaimiento empiezan a invadir sus corazones. Momentos de duda, que acechan sobre sus mentes.

FINALMENTE,  SE REPITE EL TEMA CENTRAL, pero ahora, con instrumentos de metal y percusión, que dan más brillantez al final de la aventura. Culminando con la incorporación de las cuerdas, para expresar, como después de una larga y cansada faena, llena de momentos de melancolía, acometen el tramo final, con la misma ilusión que lo empezaron.

Todos ellos se dejaron encantar por el embrujo de “El Dorado”, y en su lugar, encontraron otro tesoro maravilloso: El Amazonas, el Rey de los ríos, y fueron los primeros que lo navegaron en toda su extensión.

 

Tito Avendaño Salas